El libro, el mejor amigo del hombre

Como cada 23 de abril se celebra, tanto en España como en el resto del mundo, el Día Mundial del Libro y del Derecho de Autor, una jornada para echar nuestra imaginación a volar

Gerald Durrel, reconocido autor británico, destacó una vez que “… los griegos decían que una casa no es un hogar si no tiene una golondrina anidando bajo su alero, y en mi opinión una casa no es un hogar si no tiene un perro”. Yo voy más allá y, desde mi humilde sentir, añado que una casa no es un hogar si no tiene un libro que leer.

No importa la temática, ni siquiera la extensión, las historias que nos cuentan los libros van más allá de las palabras que utilizan o de los números que suponen en el entramado económico de su editorial. Los libros, a pesar de ser cosas, se han convertido en una grata compañía. Para nada quiero restar protagonismo a los compañeros caninos (felinos, etc), todo lo contrario, todos son perfectamente compatibles.

Sin embargo, los libros dan algo menos que hacer y, salvando las distancias, también tienen mucho que aportar. Apenas suponen un hueco en nuestra mesilla de noche y la retirada del polvo cada cierto tiempo. A cambio, estos brindan momentos de felicidad, de evasión, de diversión… Se han convertido en una forma de viajar sin tener que hacer maletas, un modo de conocer los problemas del mundo sin vivirlos en primera persona o un método de aprendizaje sin tener que acudir constantemente a clase.

Leer tampoco es una actividad que entienda de edades, ni de condiciones sociales. Es una acción libre en la que cada uno de nosotros marca las pautas sobre el cuándo, el cómo y el dónde realizarla. En esta idea también coincide Audrey Azoulay en su primera conmemoración del Día Mundial del Libro como directora general de la UNESCO: “el libro constituye el punto de encuentro de las libertades humanas más importantes».

 

España fue la impulsora del Día Internacional del Libro, celebración que no siempre coincidió con el 23 de abril

Grupo CARAC - Miguel de Cervantes y William Shakespeare
Miguel de Cervantes y William Shakespeare

Para encontrar los orígenes de esta jornada tenemos que retroceder hasta el año 1923. Fue el escritor valenciano Vicente Clavel quien propuso en Barcelona y Madrid dedicar un día al año para celebrar la Fiesta del Libro. Sin embargo, no fue hasta febrero de 1926 cuando el rey Alfonso XIII aprobó y firmó un Real Decreto en el que se acordaba conmemorar el nacimiento de Miguel de Cervantes, cada 7 de octubre, con una festividad dedicada al libro español.

No obstante, no fue del agrado de todos la elección de esta fecha, ya que muchos destacaban que esta no se correspondía con el día exacto en el que había nacido el aclamado autor del Quijote. Estas voces propusieron, por tanto, trasladar esta celebración al día de la muerte de Cervantes, fecha documentada el 23 de abril, coincidente también con el fallecimiento de William Shakespeare. Este traslado se hizo efectivo en 1930.

Años más tarde, en 1995, el ejecutivo español presentó a la UNESCO la propuesta de la Unión Internacional de Editores para la celebración internacional de este día, algo que la Conferencia General aprobó ese mismo año.

 

Desde Grupo CARAC queremos incidir en el enorme papel que desempeñan los libros en nuestra vida cotidiana como transmisores de un saber que, humildemente, también intentamos trasladar día a día a nuestros alumnos. Es por ello que os animamos a todos a ser cómplices de esa aventura que supone leer un libro.

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